Maravillosos seres envueltos de una energía pura y llena de
destellos de colores infinitos, que aquí aun no conocemos bien. Su luz, su amor, su Alegría los define como
niños conectados con el mundo Espiritual, de una manera muy profunda y directa.
Suelen ser hijos de niños Cristales, ya que no han encarnado
anteriormente en nuestro planeta y por este motivo, requieren de una energía
muy suave para llegar.
Sensitivos, dulces, compañeros, alegres por sobre todas las
cosas, llenos de vida y entusiasmo. Positivos y con una frecuencia que cambia
su entorno con tal sólo estar allí unos minutos, ya que el nivel de transmutación
que manejan es altísimo.
No les gustan las peleas, los gritos y la ira. Son muy
inteligentes, pero no suelen desenvolverse dentro de los parámetros ya
conocidos por nosotros. Su forma de expresión es muy sutil y reservada. La
comunicación la tienen más fluida con los Ángeles que con los mismos humanos,
esto a veces puede confundirse con ciertos desórdenes de conducta o como falta
de adaptación.
Vienen a nuestro planeta exclusivamente a proponer e
instalar la energía de la alegría y la luz, resonancias que ayudan a la
evolución hacia otras esferas de consciencia.
Si tienes un niño arcoíris, es importante le des libertad
para ser quién es, te dejes contagiar de su ternura, su sonrisa y su forma
integrada que tiene de ver la vida, como un Todo.
Protégelo, cuídalo y ofrécele un ambiente favorable para su
desarrollo.
Muéstrale todo tu amor y confianza, pues ellos siempre
estarán dispuestos a ayudar y dar lo mejor de sí mismos, según su forma de ver
la vida, no hay otra manera de vivir más que siendo lo que mejor que uno puede
ser.
Estos niños suelen venir de Sirio y la galaxia vecina de Andrómeda.
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