El magnífico rayo verde, nos ayuda a conectar con la
concentración absoluta. El Arcángel Rafael, médico del cielo, nos asiste en
situaciones de desequilibrio físico y etérico. El poder de sanación nace de
nuestro corazón y se despliega su energía a través de nuestras manos, que son
centros energéticos muy importantes.
Invocándolo, ya sea para nuestra sanación o la de los demás,
sentiremos, la total certeza de su presencia que inundará nuestro cuerpo físico
de salud y bienestar. Él nos da la posibilidad de acercarnos a la energía
universal conectada con el mundo elemental, que es el de la potencia creadora
de nuestra dimensión de forma tridimensional.
El Arcángel Rafael como Maestro Sanador, es asistido
constantemente por María, nuestra Sagrada Madre. Ellos en conjunto, nos ayudan
a activar a nuestro Sanador Divino.
“Yo Soy Salud Perfecta, gracias Padre”
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